La definición del libro y de la lectura ha estado sujeta, a lo largo de la historia, a dicotomías que contraponen el objeto “libro” al discurso contenido en este, el autor al lector, y la lectura intensiva a la extensiva. Con el libro electrónico, sin embargo, se ha producido un cuestionamiento de la esencia del mismo como “libro”, dentro de una lógica binaria según la cual lo digital, por intangible, no puede emplearse para adjetivar un objeto que debería designar, únicamente, un soporte físico para la escritura. El presente artículo tiene por objetivo ofrecer un análisis de la naturaleza del libro electrónico mediante el establecimiento de unas características que le son propias y que le confieren una entidad diferenciada respecto a un mero texto digital. Para ello, se ha llevado a cabo una revisión de la literatura que presenta algunas de las principales definiciones del libro electrónico y que sirve como base para la elaboración de una definición que comprende los elementos que lo asimilan al libro impreso y aquellos otros que lo dotan de una entidad propia. Estos últimos se desarrollan a lo largo de esta investigación como atributos integrados dentro de un sistema que es consustancial al libro electrónico y permiten ofrecer una visión global del mismo.