Esta realidad, si bien se acentúa en segmentos más vulnerables, también está presente en cargos de alta dirección. Así lo menciona Lilian San-Martín, quien ha trabajado en la reducción de la brecha de género desde la academia, pero también desde la ciencia y la visibilización del trabajo femenino.
“Existen diversos factores que inciden en esta realidad, entre ellos la carga del cuidado, las interrupciones en la carrera y la percepción del compromiso de las mujeres”, señala. “La responsabilidad del cuidado de los hijos recae mayormente en las mujeres, lo cual puede limitar su capacidad para participar en reuniones o instancias de networking, lo que a su vez puede frenar su carrera profesional”. Las mujeres, asegura la ingeniera, suelen concentrarse en cargos de mediana jerarquía, perdiendo oportunidades de asumir cargos de alta dirección. En Chile, el 38% de las empresas no tienen ninguna gerenta mujer, y el 47% no tienen ninguna mujer en su directorio. A este ritmo, lograr la igualdad de género en los directorios de las empresas del IPSA tomaría 64 años.
Destaca cuatro elementos clave a tener en cuenta: la carga del cuidado de los niños, que puede interrumpir la carrera profesional; la percepción del compromiso, ya que las mujeres suelen asumir más trabajo adicional debido a su responsabilidad familiar; la reducción de redes de contacto por actividades fuera del horario laboral; y la falta de políticas de trabajo flexible que permitan equilibrar las responsabilidades familiares y profesionales. “Es importante que las empresas y organizaciones implementen políticas de trabajo flexible y proporcionen espacios para guarderías en el trabajo, entre otras medidas", concluye San Martín.
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